Payunia – Nihuil – Cañon de Atuel

20 marzo, 2011
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Luego de casi un año de demora pudimos al fin hacer este recorrido que venía siendo pospuesto por motivos de organización y tambien de gusto. Cuando parecía que no se iba a dar nuevamente, reorganizaciones laborales lo impedían, surgió la idea de dividir el grupo en dos partes. El primer contingente iba a hacer off road “del bueno”, el segundo, que se terminó de armar un par de semanas antes de la salida, iba a hacer off road “ de menor importancia “ .
Asi que invirtiendo los días previstos para salir pudimos sumarnos a esta travesía en Malargue a los ya partidos Walter y Erica ( en la desdentada ranger ) Norberto y Graciela ( Record guiness de choque en altura ) German y Pablo (Los hermanos Cartwright en la conocida diligencia ):

El espantomóvil de Guillo, He Man y el viejo Martin y
El Enola Gay de Cuneta, Matias y Hernan Cindor .

Partimos 0535 hs aprovechando que el comando “al pedo pero temprano” esta vez no presionaba con sus locuras matutinas y desandamos el camino hasta General Alvear sin mayores novedades.
Alli notamos que en este lugar era escaso el combustible super y no tuvimos mas remedio que enfrentar una cola de más de 15 autos en ambos sentidos para dos pobres surtidores y solo dos despachantes.
Guillo rapidamente se acercó a supervisar como eran los trabajos desarrollados por los empleados petroleros y al parecer no quedó muy satisfecho, demoraban más de lo debido, intentó alguna maniobra de escape a San Rafael pero los litros restantes en mi cheroketa no aseguraban la llegada a destino así que no hubo otra que esperar.
Esta situación traería aparejado algun otro tema más adelante.
La tarde estaba linda y justamente eran las horas del mate, asi que mientras esperábamos, nos tomamos unos amargos.
En eso estábamos, cuando mi copiloto Hernan no tuvo mejor idea que comprarse un troli de cindor ( el tipo toma la lechita , un caso raro del off road, bah, es al menos un poco mas varonil que tomar el té ), y con algo de ayuda de Matias se bajó el cartón sin mas tramite. Esta situación si marcó definitivamente nuestro viaje.
Las dispepsias y aerocolias pútridas emitidas por mi copiloto hicieron muy complicado terminar el trayecto con la ventanas cerradas de la camioneta.
Su confesión más luego fue que el tema era pasajero, cosa de 24 horas aproximadamente. Así que hubo que ponerle el cuerpo ( mas vale la nariz ) y emocionados hasta las lagrimas por la baranda continuamos con destino al Sosneado donde obligué la parada en el clasico “ Jamón del Medio”.

Rato más tarde y habiendo saboreado unos exquisitos sandwichs de crudo  en panes caseros con oliva y ajo ( por si le faltaba pulenta al tema del olor ) continuamos en camino a Malargue.
Sin novedades del grupo numero uno, más que una muy breve salida por radio que indicaba que al menos estaban vivos, nuestra llegada a las cabañas Caligue estuvo algo desordenada pero mientras bajábamos los bártulos afortunadamente Guillo escuchó a Norberto modulando con destino a Malargue así que luego de los saludos radiales nos encontramos en el quincho de María donde comenzamos la dieta de chivo y Estancia Mendoza Malbec correspondiente.

Al ver las caras de destruidos de los muchachos y chicas notamos que la cosa había sido seria ya que además de llenos de tierra y quemados por el sol cordillerano estaban “low batt” habían llegado muertos de hambre, cansados y medio deshidratados por el esfuerzo.
Alli nomás luego de los saludos disfrutamos la cena escuchando una breve descripción de la aventura ( la que los cuerpos permitían ) y a dormir.
Arribados en diferentes cabañas nuestro grupo tenía una serie de dificultades logísticas y de estiba de pasajeros. En la habitación matrimonial fue a parar el conocido serrucho Perez con el viejo Martin ( por obvias razones … de aislamiento digo ) y quedaba solo una habitación para cuatro personas con 2 cuchetas.
Mi idea por conocimiento previo era desplazar a Cindor al living ya que además de gases mortales, acompaña su sueño con diferentes ronquidos , pero el muy guacho se acomodó rápidamente en una cama y tomó por asalto el cuarto.
Sin dudarlo tomé un colchón y decidí huir al living , cuando en el paso me crucé con Pablo He Man que pretendía dormir en el cuarto.
No hizo más que entrar y enseguida entendió de que se trataba el asunto. El amigo cindor estaba haciendo estragos entre los mosquitos, insectos y plasticos del cuarto. El aire era mas respirable al lado del reactor de fukushima que en la habitación. Alli les recordé que Hernan no era otro que aquel del famoso “ Oooh yisus “. Recuerdos terribles se apoderaron de él….  asi terminó Pablo durmiendo en el living. Soldado que huye sirve para otra guerra

La mañana siguiente apareció soleada y fresca. El grupo numero uno encontró con las luces del día algunas “sorpresas y heridas de guerra” de la aventura.
Gomas pinchadas, Escapes estropeados, algunos golpes, chapones inservibles, además de las roturas y fallas en herramientas, anclas y malacos que se había comido la montaña.

German decidió quedarse para reparar la diligencia buscando algun palenque donde atar la tropilla, reparó lo que pudo y pasó la tarde haciendo on road del bueno, tomándose un café y leyendo los diarios locales en el centro de la ciudad.

El resto redistribuido y con el guia respectivo recorrió los áridos caminos de la Payunia

Frente a un río de lava armamos el campamento y degustamos unas hamburguesas con cebolla y panceta al mejor estilo burger king, que preparó Hernan ( que a la postre terminó siendo el chef de nuestro grupo ).

La noche nos sorprendió en camino de regreso y otra vez al quincho de Maria a seguir con la dieta recomendada de Chivo y Estancia Mendoza. Ahí notamos que a uno de nuestro grupo ( no precisamente el que comia chorizo con papas fritas ) se le notó cierto aire a Ricky Martin ya que cenó ensalada de zanahoria y no se que otra porquería.

En los campos de lava el guía nos indicó que existía una formación similar a la Hawaiana denominada Pahoe hoe.
Algunos se tentaron….

Al  menos la situación hubiera sellado las compuertas y el enola gay hubiera continuado el viaje sin riesgos nucleares… pero no fue así.

El Viernes reagrupados en su totalidad nos dirigimos con destino a la laguna y salar de Llancanelo. Luego de solucionar algunos problemas ( Graciela andaba mal de un ojo, Walter buscaba petroleo, y el vidrio de la cheroketa se bajó misteriosamente y no quería volver a subir )
encontramos a Walter, tapamos el ojo de graciela, tapamos el vidrio de la cheroketa y salimos buscando el salar.

Fue en estos lares donde la diligencia acusó un consumo mayor al de la RAM 2500. 39 litros cada 12 kms de salar…
Cosa e mandinga pero parece que tenía un agujero en el pescante.

Hermosos lugares que tuvieron el marco de un día excelente, asi seguimos viaje al pié de las dunas de Nihuil donde acampamos y almorzamos unos potentes lomitos ahumados con el toque del chef, huevos revueltos con panceta y otros menesteres acompañados de un Rutini wines

Ay.. Ay.. Ay, este tema de las dunas.
Allí estábamos luego de años de hablar de ellas. Casi un mito del off road “ del bueno”.
Enduro, Rally, hasta el famoso Dakar ha pisado esas arenas.
Al grito de a la voz de “auraaaaaaaaa” arrancamos para entrarles pero… nos quedamos más solos que ese que están pensando en el día del amigo…
Apenas Guillo y Yo sin malaco, sin soga, subimos a todos aquellos que quisieron en nuestros poderosos 4.0 y allí fuimos.
Imponentes, extrañas, tentadoras, asi que allí fuimos algo chupeteados pero con el animo presto a adentrarnos.
Guillo con Matias, Martin, y ambos Pablos.
En la Cherokee Walter y Hernan completaban el viaje con la carga completa de equipaje.
Bajadas de 2da y 3ra de baja y pisadas a fondo en 4ta para volver a subir. Sin dudas toda una tentación.
Grandes ollas que nos preocuparon ya que no estábamos para quedarnos a hacer noche allí. Solo la Diligencia tenía malacate disponible pero no podía entrar, el resto de las chatas esperaban en el campamento y con los malacos heridos.
Fue solo una pequeña vuelta suficiente para apreciar las dificultades y las diferencias con nuestras dunas bonaerenses.
Ah.. y que sencillo es entrar y que complicado salir por el mismo sitio. Nunca encontramos el lugar por donde ingresamos, las referencias se pierden muy fácil.
Seguimos a un par de locos que parecían saber de que se trataba, pero al verlos por las cornisas de los médanos cortados, la radio nos intimó al regreso para las 18 hs. el pelotón se iba con o sin nosotros.

El regreso a San Rafael por nuestra parte empezó con los últimos soles de la tarde, el cañon del atuel de noche fue una linda experiencia para tragar kilos y kilos de tierra…

La llegada a San Rafael con una noche impecable como todas, fue a un hostel “re pro”, que había conseguido Guillo.

Habitaciones y baños compartidos, chicos extranjeros, musica electrónica, PS2 para los chicos y otras cuestiones no acostumbradas a nosotros. En el libro de registro del hotel jamás había firmado un huesped de 43 años, mucho menos 3 juntos, todo un record.
Nos hicieron sentir muy cómodos. Al desayuno con panes y dulces caseros y a requerimiento del dueño buscando asesoramiento para la compra de una buena camioneta para hacer off road, nos vió gente que parecía que sabía de esto… que error.
Terminamos recomendándole una Palio Locker y a otra cosa.

El viaje planeado comprendía la compra de algunos efluvios para alegrar el corazón, recuerdos para la flia. que había quedado en casa y retorno al valle grande para poder contemplar los paisajes que la noche anterior nos había impedido disfrutar.

Las pichinchas mdqceras no podían faltar…

Un descanso en el Atuel fue el lugar propicio para comer livianito, los huevos, panceta, lomitos, y otros pertrechos acompañados de un vinito baratin recien comprado en la bodega como para despuntar el vicio, los sobrantes fueron un manjar en manos del Chef que para estos días ya había podido controlar el gasoducto, o al menos nosotros nos habíamos acostumbrado…

PD: Vadeo del Tiburcio Serrizuela

MDQ On Road
Gay Friendly

Uds. pensaban que solo habíamos hecho off road del malo….. , que equivocados estaban, para el final hemos dejado este relato que fue realmente el broche final de nuestra travesía.
En uno de los momentos que el grupo de off road “del bueno” se retiraba a reposar y como no arrugamos ni le escapamos al bulto ( por eso somos gay friendly) , nos fuimos por la RP180 directo para el broche de oro de nuestro viaje.
Si señor le entramos al Tiburcio Serrizuela.

Contagiados por la dura experiencia del grupo numero uno arrancamos siguiendo el track de viajeros.com buscando el tan ansiado XXX69.
El camino presentaba varias dificultades que fuimos sorteando sin demasiadas complicaciones, este vadeo decidimos cruzarlo sin atarnos y sin malacate.

En el comienzo y previo a la salida, empezamos con problemas de bloqueos, al conectar la cocina la hornalla numero 2 no generaba la presión suficiente y la plancha de atasco no calentaba lo necesario. Ahí nomás le metimos mano y luego de trabajar un rato en ella con alguna herramienta de nuestro kit la cosa se solucionó y pudimos continuar

Luego de un sector bastante jodido, al llegar al temido paso de piedra debimos echar mano a las eslingas y decidimos cruzar atados, el camino era angosto pero transitable.
Adelante fueron Guillo y Pablo el resto seguía atento la maniobra.

Al llegar a la silleta del peñon la cosa se puso realmente complicada, sin ningún tipo de bloqueo y ahora sí con la 4×4 conectada los cruces de ejes hicieron que quedáramos con las de atrás en el aire, de nada sirvieron los consejos de nuestro lider espiritual.

Así fuimos llegando al vadeo del Tiburcio Serrizuela ( el río toma el nombre de aquel eximio pateador de tiros libres ), de a uno fuimos viendo la profundidad ya que no contábamos con snorkel y la correntada era realmente fuerte

Allí fuimos en grupo, sin perder la distancia entre cada uno de nosotros. Se pueden ver traidores mallines ( nada de solcilloncas )

Al fin el cruce fue un éxito, completamos el cruce tal como nos habíamos propuesto desde hace meses a pesar de que ninguno de los snorkels funcionaban. Reposamos analizando las alternativas que nos había propuesto el camino y las maniobras riesgosas que nos llenaron de adrenalina…

Gracias a nuestro kit “Suricata MDQ 4×4 On Gord” todo se hizo mas sencillo. Infaltables para cualquier travesía por mas dura que sea. Se doblan pero no se rompen.

Al regreso a dormir a Gral Alvear , luego de un excelente restaurante conseguido por Germán ( muuuy recomendable BBB ) nos dirigimos a repostar combustible oooootra vez en la misma YPF en la cual Guillo había tenido algún temita con la demora.
Eran cerca de las 0000 horas y había que dormir para salir 0630 de regreso a casa.
La cola era de unos 20 autos de un solo lado.
Viendo este despropósito bajó Guillo de la camioneta cual Ezkenazi y reordenó a los gritos y manotazos toda la cola habilitando el surtidor que estaba cerrado.
Gracias a esta situación pudimos adelantar un auto finalmente para irnos a dormir mas temprano…

El viaje de regreso a Mardel transcurrió sin mayores novedades, salvo alguna reparación en una de las chatas que todavía se cobraba la montaña.

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